¿Acaso no detestas esperar? La mayoría de nosotros somos así. La espera nunca ha sido un pasatiempo popular, nuestra cultura lo empeora. Vivimos en el tiempo de rápido esto e instantáneo aquello, y tener que esperar se vuelve muy frustrante. Nos dejamos seducir por palabras como inmediato y fácil. Nos hemos convertido en “rapidólicos”; seres dependientes de recibir lo que queremos en el momento en que lo queremos. Una de las razones por las que no nos gusta esperar es porque la espera nos hace sentir impotentes. 


El problema que muchos tenemos es que practicamos una esperanza ficticia. El doctor Lewis Smedes: 


La esperanza, como el amor, puede ser falsa. Y cuando es así, pagamos un alto precio al contar con ella. Una esperanza puede ser falsa porque esta basada en las mentiras de otras personas. Pero también puede ser falsa porque nosotros mismos la falsificamos. Podemos usar la esperanza como una fuga barata a los desastres que creamos. Transformamos en falsa la esperanza cuando esperamos una felicidad que eso que deseamos no puede brindarnos. Transformamos en falsa la esperanza cuando el anhelo nace de un espíritu mezquino. Y transformamos en falsa la esperanza cuando anhelamos superar el dolor antes de siquiera poder sentirlo.


Una de las cosas que debemos entender es que existe una relación indiscutible entre la crisis y la esperanza. Y no entendemos muchas veces el propósito de la espera, muchas de las cosas que Dios permite como el sufrimiento y las crisis, muchas son consecuencias de nuestras decisiones y otras porque hemos vivido con una falsa esperanza, y es necesario que volvamos a El. Dios permite estos sucesos para que despertemos y vivimos llenos de autenticidad, otro de los problemas de la desesperación que vivimos en medio de la espera es que realmente no conocemos a Dios y no entendemos sus planes para nosotros por falta de relación y mas conveniencia, mira lo que dice Santiago:


Santiago 1:2-4

2 Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar cualquier tipo de problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho 3 porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. 4 Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada.



La esperanza no viene solo por creer en el poder de Dios, sino también por aceptar y confiar en su momento oportuno. Y eso es difícil de hacer. Queremos su poder, queremos su consuelo, queremos sus bendiciones, pero no queremos su calendario. Queremos que se revele cuando queremos que se revele, en la manera en que lo queremos. Vamos a la iglesia, cantamos las canciones y tratamos de no decir malas palabras… ¿pero es esa la actitud que debe tener una persona que ama a Cristo? Tú y yo sabemos que eso no es suficiente. ¿Le estás dando a Dios tus sobras o estás dando lo mejor de ti? El llamado de Jesús es claro: Él quiere todo o nada. Decimos que amamos a Jesús apasionadamente, pero en realidad no queremos ser como El. Admiramos su humildad, pero no queremos ser así de humildes. Pensamos que es precioso que El les haya lavado los pies a los discípulos incluyendo a judas, pero no lo haría con los que me traicionan. Estamos agradecidos porque El sufrió el castigo de nuestros pecados, fue escupido, fue traicionado, pero nunca permitiría que eso me pase a mi. Admiramos a Jesús por decir Padre perdónalos porque no saben lo que hacen, pero te cuesta perdonar a otros. Pensamos que valiente fue cuando Jesus dijo: El hijo del hombre no tiene donde recostar su cabeza, pero no queremos soltar la comodidad. Le alabamos por sus bendiciones, pero en las pruebas nos alejamos. 


En resumen: Pensamos que Jesús es un estupendo Salvador, pero no es un estupendo ejemplo para seguir y lo peor pensamos que somos “Cristianos” . - Francis Chan


Apocalipsis 3:16

“...pero ya que eres tibio, ni frío ni caliente, ¡te escupiré de mi boca!” 


La espera te enseña a madurar tu esperanza. Si no puedes estar quieto y esperar y tener esperanza, aun cuando no exista ninguna razón para tener esperanza, no puedes llegar a ser la persona que Dios creo cuando pensó en ti. Descansa en Dios mientras estas esperando………y permite que El sea tu esperanza. 


Salmo 62:5-6

5 Que todo mi ser espere en silencio delante de Dios, porque en él está mi esperanza. 6 Solo él es mi roca y mi salvación, mi fortaleza donde no seré sacudido.