¿Alguna vez te ha tocado manejar con neblina?
Si es así me entenderás perfectamente en lo que te quiero contar y si no también trataré de escribir con detalle para que te lo puedas imaginar. Recuerdo que me invitaron a dar una conferencia en una ciudad donde debía pasar por la Cumbre de Alaska, que es el paso de la Carretera Interamericana aproximadamente al kilómetro 170 hacia el departamento de Quetzaltenango, Guatemala. De ida todo iba bien, el problema fue que por mi falta de experiencia no pregunte y menos investigué el horario donde la neblina era más espesa, pero sin duda lo descubrí porque a la hora que decidí regresar era donde más espesa estaba la neblina, mientras más avanzábamos la visión era menor así que llegamos al punto de no poder avanzar más. Por un momento se me nubló también la mente, no sabía qué hacer, tenía pensamientos de todo tipo, el temor de chocar o que me chocaran, la falta de conocimiento de la carretera me mantenía inseguro y la alta responsabilidad de las vidas que me acompañaban en este viaje. Lo primero que pensé era como justificar mi error, pensaba en los posibles culpables y al meditar bien me di cuenta que el único culpable era yo, así que hice una oración y al momento paso un tráiler lleno de luces, en ese momento lo empecé a seguir muy de cerca, sin conocer el piloto o su manera de manejar confié en eso y empezamos a avanzar hasta que encontramos que la neblina iba disminuyendo, la tensión fue disminuyendo a como veíamos la luz del sol y al final todo volvió a la normalidad. Pero en un momento iba callado y meditando en mi irresponsabilidad de no ser previsor con anticipación de esta situación.
¿Sabes porque recuerdo tanto este suceso? porque muchos andamos en la vida así, sin realmente preocuparnos de lo que hacemos o de las cosas que decidimos y el gran impacto que puede traer a nuestras vidas y al entorno de personas con las que convivimos. Muchas veces nos pasan cosas y nos cuesta reaccionar de que no vamos por el camino correcto, nos cuesta cambiar para hacer las cosas mejores y aceptar nuestra responsabilidad, siempre cuando nos sucede algo buscamos culpables o tratamos de justificar nuestros errores…
Muchas veces nos sentimos estancados, aburridos de la rutina y sentimos que el tiempo se nos esta pasando, la vida es tan corta para desperdiciarla en cosas vanas, ¿Cómo enfrentar esa neblina de nuestra vida que nos esta deteniendo? ¿Cómo puedo avanzar? Quiero contarte dos cosas que aprendí en este viaje:
1.Quita la Niebla: Hay muchas cosas en nuestra vida que se deben sanar y soltar, heridas, egoísmo, envidia, palabras, desilusiones, pereza, baja autoestima, cargos de conciencia, odio, fracasos y otras cosas sin resolver en nuestro corazón. Muchas de estas cosas nos han lastimado en su momento y otras veces nos cuesta enfrentarlos, y optamos por andar cargándolos de arriba abajo, para no tener que enfrentarlo o volver a recordar eso que un día nos lastimo. ¿Que cosas en tu vida te detienen? Por eso Jesús siempre nos recuerda esto:
Mateo 11:28 (TLA)
28 »Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar.
2. Hacerse cargo: Muy pocas veces aceptamos nuestra responsabilidad y se nos olvida que la vida es un boomerang todo lo que siembres tarde o temprano lo cosecharás, así que haz una pausa y medita que siembras con tus pensamientos, con tus palabras, con tus acciones para contigo y los demás. Tu eres libre de escoger, pero tienes que estar consiente de algo, toda decisión, actitud tendrá una consecuencia.
Te imaginas si el mundo no tuviera reglas ¿Como sería? Sin semáforos, sin respeto, sin leyes etc, si habiéndolas estamos como estamos en el mundo. Mucha gente le hecha la culpa a Dios o lo cuestiona cuando las cosas no les salen bien. ¿Qué tan cierto es eso? O no más bien será que Él es justo permitiendo las consecuencias de nuestras decisiones. Siempre eh visto como Dios nos esta tratando de hablar para que sembremos correctamente y aprendamos a cambiar nuestra manera de pensar tan negativa, como siempre digo, si no te gusta lo que estas cosechando en tu vida, cambia la semilla.
Gálatas 6:7
No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra.
Todo lo que estamos viviendo nos tiene que hacer recapacitar y quitar de nuestra vida todo aquello que nos esta nublando la visión, la mentalidad y sobre todo nuestra relación con Dios. Es tiempo de despertar del sueño del materialismo, egocentrismo, envidia, todo aquello que sabemos que nos esta atando a este mundo. Ya no podemos estar en la burbuja de “No pasa nada”, debemos despertar de la realidad que vivimos y de como podemos afectar nuestra vida y la de los que más amamos, es tiempo de despertar y volver a poner nuestra mirada en JESÚS….
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