Todos alguna vez jugamos a las escondidas donde uno cuenta y otros deben esconderse. ¿Tienes algún recuerdo de eso? Yo casi siempre me escondía en el mismo «jajaja» era mi lugar secreto, nadie me descubría, hasta que un día de tanto esperar me quedé dormido, cuando desperté y salí de mi escondite me sorprendieron dos cosas. 

1. Que ya todo estaba obscuro.

 2. Que toda mi familia estaba preocupada, al acercarme a mis papás les pregunté.

¿Que pasó? En ese momento todos empezaron a decir: «aquí está, ya apareció, mis padres primero me abrazaron y me dijeron ¿Dónde estabas? Pensamos que te había pasado algo malo», yo les dije estaba en mi lugar secreto.

Pareciera un juego, pero es más una verdad, muchos vivimos huyendo, escondiéndonos, acostumbrándonos a sufrir, anclados a recuerdos, creyendo que nuestro valor son las cosas que poseemos o logramos, pero la realidad es que una vida superficial jamás podrá perdurar o llenar esos vacíos internos que tenemos. Todos buscamos ser felices, ser amados, tener paz, etc.

¿Cuál es tu lugar secreto? ¿En dónde te refugias cuando ya no puedes más? ¿A dónde corres cuando tú vida se a vuelto un caos?

Y me refiero a ese lugar donde puedes ser tu, sin apariencias, ese lugar donde puedes llorar, gritar, reír, y sentirte seguro (a) en medio de tanto caos. Hoy podemos tener muchas “opciones” vicios, fama, poder, apariencias, pastillas, relaciones etc. Pero al final en lugar de llenarte te vacían haciéndote vivir una vida irreal, cayendo a círculos viciosos. Yo por muchos años caí en esta ilusión, hasta que un día me presentaron a un hombre que me mostró el camino, la verdad y la vida, Jesús y Él me dijo:

Mateo 11:28
Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso.

¿Sabes por qué le llamo lugar secreto? no porque sea difícil de acceder o solo sea para algunos, solamente que muchos no nos queremos acercar por miedo al rechazo, por conceptos erróneos o porque pusimos nuestra mirada en algún cristiano y nos falló, pero Jesús nos invita a esa relación personal no basada en terceras personas, jamás puso intermediaros para acercarse a ti y nada te puede separar de su amor, porqué no lo escogiste tú, sino el nos amó primero para que en su presencia encontremos seguridad, paz, esperanza, eternidad, empatía y amor.

¿Ya no puedes más con ese dolor? No trates de huir, tampoco te acomodes a el, no fuiste diseñado (a) a vivir así, cuando conoces la verdad ella te hace libre y el único lugar en donde te amarán sin tener que aparentar o ganártelo haciendo cosas, es en la presencia de Dios.

Ya no corras más a pozos vacíos buscando saciar los vacíos que te dejaron. Cierra las puertas del pasado, de la culpabilidad, del «no puedo» y abre la única puerta que te hará entender tu propósito, tu valor y tu final.

Mateo 6:6
Pero tú, cuando ores, apártate a solas, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado. Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará.

Jesús conoce tus retos y tus angustias, a las que te enfrentas y el cansancio mental y físico que muchas veces sientes. Él comprende tu estrés, tu soledad, tus preguntas y las obligaciones y responsabilidades que te abruman.

¡Ve a su presencia! Corre en oración a sus brazos, sin duda El te esta esperando….